16 febrero 2024
La icónica Sierra Baguales
Sierra Baguales es una de las formaciones icónicas de Estancia Cerro Guido. Allí se realizan excursiones de Trekking, no obstante, este lugar oculta una historia maravillosa e intrigante.
He leído mucho sobre Sierra Baguales. Diversos autores escriben sobre ella, relatando historias sobre su nombre, quién la bautizó, quién la recorrió, entre otras interrogantes de las cuales solo hay teorías expresadas en la literatura.
Personalmente, siempre me llamó la atención. No sabría describir el por qué. Solo sé que su energía me llamaba. Quizás por ser una frontera natural, que implícitamente te dice que estás a solo pasos de otro país, o por sus particulares cerros y formaciones que cautivan el ojo a quién las avista por primera vez.
Por alguna razón, en estos meses trabajando en Estancia Cerro Guido, nunca me atreví a subir. No quería perder ese misterio, esa magia que te brinda solo lo desconocido. Sin embargo, el deber llamaba y tomé mi equipo para por fin adentrarme en la Sierra Baguales.
La Sierra Baguales
Antes de la llegada de los primeros colonos, Sierra Baguales llevaba otro nombre, otorgado por el pueblo Aónikenk: Karhuern, que significa “Lugar de espíritus malignos”.
¿Quiénes serán estos espíritus malignos? No existe una respuesta clara. No obstante, algo de sentido me hace que Santiago Zamora, el icónico baqueano de la Patagonia chilena, haya bautizado a la Sierra Baguales, cuando vio que distintos animales salvajes o Baguales huían hacia estas montañas cuando este los perseguía.
Nunca sabremos si estos espíritus malignos eran los animales salvajes que Zamora cazaba. Sin embargo, que la leyenda no opaque lo majestuoso de esta formación.
De principio a fin, Sierra Baguales tiene un atractivo único. Por un lado, ves el cerro Tridente, que se encuentra en el lado argentino, pero observable a simple vista desde Chile. Y por el otro, el cerro Ciudadela, semejante a una pirámide, se erige en el lado opuesto al Tridente.
Este último cerro es el que me llama mucho más la atención. Entiendo que se trata de una formación natural, no obstante, su majestuosidad despierta todas las dudas sobre la construcción de las enigmáticas pirámides a lo largo del mundo. Es así de impresionante.
Trekking Sierra Baguales
Salimos de Estancia Cerro Guido, alrededor de las 9:30 AM, en dirección al Puesto Las Flores, que se encuentra a los pies de Sierra Baguales, por lo tanto, es nuestro punto de partida.
Una vez llegamos al lugar, arreglamos nuestro equipo, aseguramos nuestras capas y mochilas. La caminata es larga, por lo tanto, había que ir preparado para cualquier circunstancia. Sin embargo, Daniela, nuestra guía transmite toda la seguridad necesaria para que nuestra experiencia sea aprovechada en un 100 por ciento.
Comenzamos nuestro asenso por una escarpada ladera, partiendo con una gran intensidad, atravesamos las primeras subidas sin problemas. Luego de llegar a un primer morro, nos sentamos a descansar unos minutos para recobrar fuerzas. Como mencioné, era una ladera escarpada e inclinada.
De ahí en más, el camino fue haciéndose más sencillo. Con el Cerro Tridente actuando como vigía, continuamos nuestro ascenso. En el camino nos encontramos con varias manadas de guanacos, siempre con el riente relincho del guanaco centinela que pareciera gritarnos desde la distancia: “¡Lárguense de mi territorio!”
No hay que temer su presencia, son inofensivos y a la más mínima amenaza, se desplazarán hacia otro lado de la pampa. Siempre con respeto, continuamos nuestra caminata.
En el camino nos encontramos con muchas aves que habitan en las alturas de la Sierra Baguales como los cóndores y caranchos. No obstante, no es solo la fauna que fascina durante el camino hacia la cima. La Flora es abundante. Plantas de Calafate, flores de diversos colores y aromas cautivantes nos acompañan en todo el ascenso.
Una vez llegamos a la cima, nos disponemos a comer nuestro almuerzo que fue enviado por Estancia Cerro Guido, a los pies del increíble cerro Ciudadela. Apenas nos sentamos, comienza a caer una leve lluvia, pero mojarse pasa a segundo plano cuando te encuentras en medio de un paisaje que pareciera sacado de algún relato de Tolkien o Martin.
Para los fanáticos de la geología, Sierra Baguales es un paraíso. Llegando a la cima podrás apreciar el Dique, que se trata del punto por donde la lava sale del interior de la montaña para solidificarse cuando este enfría.
Además, puedes contemplar la inmensidad del Ciudadela, que pareciera asemejarse más a una pirámide con cada paso en su dirección. Con formaciones en forma de escalera ascendente, con una base amplia y una cúspide pequeña. En el mirador, encontrarás un humedal que, si tienes la suerte de subir sin viento, se transformará en un espejo apuntando hacia el cerro desde el ángulo correcto.
Una vez lista nuestra estadía en el mirador del Cerro Ciudadela, comenzamos nuestro descenso. Inevitablemente, voltearás para ver la inmensidad de esta montaña para despedirte. Por alguna razón, me sentí atraído de vuelta, no quería irme, el tiempo se me hizo nada.
Sin embargo, en la bajada, Sierra Baguales nos tenía preparadas más sorpresas. Más temprano que tarde, nos encontramos con una manada de caballos “Ariscos”, es decir, que no son salvajes, pero nunca domados. Sabíamos que no eran caballos baguales, ahora, nuestro niño interior elegía creer que estábamos en presencia de aquellos míticos animales.
Daniela nos dirige por un camino distinto al del ascenso. Quería que viéramos un sector de Sierra Baguales que es rico en fósiles de millones de años. Por más increíble que suene, en algún momento de la historia universal, Baguales se encontraba bajo el agua.
Por ello, hoy día se pueden encontrar fósiles marinos como conchitas y algas petrificadas. Y así fue. Nada más llegar a esta ladera arenosa y resbalosa, nuestra guía se agacha para recoger lo que pareciera ser una piedra. Sin embargo, se trataba de una conchita, con forma de espiral que se había petrificado producto de las condiciones ambientales.
Era un espectáculo. Literalmente, te puedes parar en un punto, mirar hacia el suelo y encontrarás fósiles marítimos de distinta clase, que por razones de conservación, no puedes llevarte de recuerdo, pero que verlos así, a ojo desnudo, te hacen viajar millones de años al pasado.
Me hubiera quedado ahí todo el día, pero había que retornar. Una vez llegamos al auto, miro hacia arriba y siento las ansías de retornar. Sierra Baguales fue todo lo que imaginé y más. No veo la hora de volver a subir.
Trekking en Estancia Cerro Guido
En Estancia Cerro Guido cuentas con un abanico diverso de Trekkings como Sierra Baguales, que ocultan paisajes únicos e imponentes y que te conectarán con la naturaleza a un nivel que no experimentarás en otros lugares del mundo.
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